(MAGISNET) .- Sílvia Fernández, content manager de Classlife Education, analiza los retos y oportunidades de la digitalización, en un momento en que, como afirma, “los estudiantes de hoy y los de mañana esperan una oferta educativa a la altura del resto de herramientas con las que cuentan en su día a día”.
–¿La renovación del sistema educativo es una necesidad sin vuelta atrás?
Todos los sectores están evolucionando y la Educación no puede quedarse atrás. Durante 2020 los centros invirtieron tiempo y dinero en adaptar su actividad para poder seguir dando clases durante la pandemia y estos esfuerzos no pueden ni deben caer en saco roto. La presencialidad es muy importante, pero la vuelta a la normalidad no debe ser sinónimo de la renuncia a la innovación. Es necesario renovar el sistema para encontrar un equilibrio que permita seguir avanzando de forma responsable y adecuada. Metodologías como el blended learning o el modelo híbrido de enseñanza van cobrando fuerza, ya que permiten combinar la presencialidad con los recursos digitales.
–¿Por qué es necesaria esta inversión en el sistema?
Porque la digitalización es ya una realidad. Muchísimos empleos se sustentan hoy en lo digital hoy y todavía serán más en el futuro. El sector educativo no puede ignorar esto. Hay que formar al alumnado para que desarrolle las aptitudes necesarias para el futuro y esto pasa por una inversión que permita a los centros contar con los recursos y las herramientas digitales necesarias. Y, por supuesto, que permita también formar al profesorado y al resto de trabajadores del centro.
–¿Están preparados centros y profesores para asumir la digitalización?Es necesario invertir tiempo y recursos en formar a los docentes: no solo en cómo utilizar las nuevas tecnologías, sino en hacer un buen uso de ellas y poder transmitirlo a los estudiantes. La mayoría de centros no necesita grandes cambios, pero debe disponer de las herramientas adecuadas. o hablamos simplemente de comprar nuevos dispositivos o de ofrecer documentos en formato digital, sino de una nueva mentalidad digital y de transformar el día a día de la institución a través de nuevos modelos formativos y del uso de plataformas digitales para la secretaría académica, la gestión de ventas, la secretaría académica o incluso el campus virtual para los alumnos.
–¿A veces no van por delante los propios niños que los adultos en temas digitales?
No hay duda de que quienes están preparados para asumir la transformación digital son los alumnos. Las generaciones que actualmente cursan estudios de Educación superior también están habituados a la formación híbrida o incluso online. Es por esta razón que la transformación digital es imprescindible para los centros, ya que los estudiantes de hoy y los de mañana esperan una oferta educativa a la altura del resto de herramientas con las que cuentan en su día a día.
–¿Lo más importante es hablar de un uso de las tecnologías controladas? Las ventajas de utilizarlas sobrepasan, con diferencia, a las desventajas. Sin embargo, es cierto que debe haber un control. Muchos expertos opinan que deberíamos pasar a un modelo educativo focalizado en las aptitudes y capacidades de los alumnos, más que en los conocimientos puros y duros. El objetivo es conseguir que los estudiantes obtengan los recursos necesarios para que, al finalizar su formación, cuenten con habilidades intelectuales, sociales y prácticas. Unas habilidades que les permitan autogestionarse y organizarse mejor, adaptarse rápidamente a nuevas situaciones, aprender de la propia experiencia y resolver problemas con pensamiento crítico.
–¿Y fomentan los padres la digitalización controlada?
Según un estudio realizado antes de la pandemia, el 85% de los padres españoles cree que estar en redes sociales es importante para los adolescentes, para sentirse reconocidos y valorados. A pesar de esto, 8 de cada 10 familias aplican alguna regla sobre el uso de móviles y ordenadores, como el establecimiento de horarios o la restricción del uso en determinados lugares y momentos. Se puede decir que hay una digitalización controlada por parte de las familias pero, en la mayoría de los casos, no existe una enseñanza sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías de la forma adecuada (muy probablemente por falta de conocimiento de los padres). Y aquí es donde deben entrar los centros educativos.
¿Cómo será la transformación de la Educación? Para poder transformarla es necesario implantar una mentalidad digital, que permita a todos los actores implicados en el proceso educativo a plantearlo, diseñarlo y ejecutarlo desde la perspectiva adecuada. Comprar ordenadores o disponer de un campus virtual sin cambiar prácticamente nada más no transforma la educación. La transformación real viene si entendemos todo lo que podemos conseguir con estas herramientas y lo llevamos a cabo.
–¿En qué servirá esta Educación digital a los alumnos?
Las próximas generaciones ocuparán puestos de trabajo que no existen hoy o que, si ya se han creado, cambiarán mucho. De hecho, si lo traducimos en datos, se dice que hasta un 70% de los empleos que va a tener los niños de hoy todavía no se han inventado. El uso de herramientas digitales no solo permitirá a los estudiantes conocer y explorar nuevos recursos tecnológicos, sino que les ayudará a tener un buen entendimiento del manejo de las TIC. Esto, combinado con la enseñanza basada en el desarrollo de aptitudes y capacidades que mencionábamos anteriormente, hará que los jóvenes estén realmente preparados para las profesiones del futuro.